Los tipos de impresión varían según el modelo de bolígrafo que elijas. Influyen en este aspecto el tamaño y el material del mismo.
Aquí te mostramos las diferencias entre los distintos métodos de impresión que tenemos disponibles:
Impresión Tampografía:
El método consiste en una placa metálica revestida de una emulsión fotosensible, donde se graba la imagen por un proceso químico, formando un huecograbado. Esta placa es cubierta de tinta y barrida por una cuchilla. Posteriormente un tampón de silicona presiona sobre el grabado de la placa recogiendo la tinta del huecograbado y transportándola sobre la pieza que será impresa por contacto.
Este sistema puede ser utilizado en artículos pequeños y redondeados.
Grabado Láser:
Método de impresión directo por el cual el logotipo se quema en el material. El haz del láser se controla por computadora, lo que significa que el diseño puede reproducirse con gran detalle.
Este proceso no admite grabado a color, de modo que el color final lo determina el fondo del metal o de la madera.
Este sistema de impresión tiene la ventaja de poder imprimir artículos de baja tirada.
Recomendado para artículos de madera, metálicos, metalizados o pintados.
Grabado Pantógrafo:
Es un método de grabado directo por el cual el logotipo es marcado en un bolígrafo metálico, con una herramienta llamada “fresa” o “diamante”. El color final lo determina el fondo del metal sobre la cual se esta aplicando el grabado. Este sistema de impresión tiene la ventaja de poder imprimir artículos de baja tirada y personalizados.
Es un grabado que no se altera con el tiempo, y es ideal para bolígrafos metálicos de alta gama.
Serigrafía circular:
Es una técnica de impresión empleada en artículos planos y circulares. Consiste en transferir tinta a través de una seda tensada en un marco (schablón). El paso de la tinta se bloquea en las áreas donde no habrá imagen mediante una emulsión fotosensible, quedando libre la zona donde pasará la tinta aplicándole una presión moderada con una manigueta. El sistema de impresión es repetitivo: una vez que el primer modelo se ha logrado, la impresión puede ser repetida cientos y miles de veces sin perder definición.
Ideal para imprimir bolígrafos en toda su superficie.